Brau: de objeto de juego a objeto de memoria
Brau: de objeto de juego a objeto de memoria
1. Biografía de un vínculo
Hace más de veinte años adopté a Braulio, un perro herido que encontré en la carretera al llegar a Barcelona. Fue mi compañero de vida. Un amigo en Berlín le regaló un pequeño perro de peluche, blando y simpático, que pronto se convirtió en su juguete favorito. En uno de sus juegos le arrancó una oreja, y ahí empezó su historia.
Años más tarde, al preparar un viaje largo, decidí llevarme el peluche conmigo. Lo fotografié en distintos lugares, casi como si Braulio siguiera a mi lado. Cuando él murió, el peluche perdió su función de juguete y pasó a tener otra: convertirse en recuerdo. Lo rebauticé como Brau, y desde entonces viaja conmigo a todas partes.

2. De juguete infantil a compañero simbólico
Brau fue creado como un peluche para niños, hecho para ofrecer ternura y compañía. Pero en mi caso, su recorrido fue distinto. Pasó de las manos humanas a las patas de un perro, y después a mis propias manos como símbolo de vínculo y memoria.
Esa transformación resume lo que me interesa del diseño: cómo los objetos cambian de significado según quién los use y en qué momento de su vida. Brau nació como un objeto lúdico y acabó siendo un mediador emocional, una presencia pequeña pero cargada de historia.

3. El valor del desgaste
Brau tiene una oreja menos, las costuras torcidas y la tela desgastada. Y precisamente ahí está su valor. Cada marca cuenta algo. No lo he querido reparar nunca porque esas huellas son parte de su identidad y de la mía.
Con los años entendí que Brau es lo que Winnicott llamó un objeto transicional: algo que nos ayuda a conectar con la ausencia, a sostener el recuerdo. Fotografiarlo en mis viajes es mi forma de ritualizar la memoria, de mantener vivo el vínculo con Braulio. Es un gesto íntimo, casi inconsciente, pero lleno de sentido.
4. Una historia que conecta con otras
Mi historia con Brau no es tan distinta de otras formas de relación con los objetos. En Japón existe el ritual Ningyō Kuyō, donde las muñecas viejas se despiden con una ceremonia. En América Latina hay proyectos como Sigo Contigoo Angels Value, que crean peluches con ropa de personas fallecidas. En todos los casos, el objeto se convierte en una forma de mantener vivo lo que ya no está.
5. El diseño que sigue vivo
Me gusta pensar que el diseño de Brau no cambió, pero su significado sí. El peluche sigue siendo el mismo, pero lo que representa ahora es totalmente distinto. Como dice Ton Otto, los objetos también generan conocimiento a través de la experiencia. Y es verdad: Brau me ha enseñado más sobre el valor emocional del diseño que cualquier teoría.
También me gusta recordar a Margarete Steiff, la creadora del primer peluche moderno en el siglo XIX. Sus animales de fieltro nacieron para acompañar a los niños, y me parece curioso que el mío, de origen alemán, haya acabado cumpliendo esa misma función, pero conmigo.

6. Conclusión
Brau ha pasado de ser un peluche infantil a un compañero de vida. Un objeto que ha viajado conmigo, que ha sido testigo de pérdidas, de cambios y de etapas. Me recuerda que los objetos no solo sirven para algo: también nos acompañan, nos conectan con el pasado y nos ayudan a entender quiénes somos.
Este ejercicio me ha hecho ver que el diseño más importante no siempre está en lo nuevo o lo funcional, sino en su capacidad para generar vínculo. Brau, con su oreja rota y su historia encima, es la prueba de que el diseño más humano a veces se esconde en lo más sencillo.

Referencias
- Appadurai, A. (1986). The social life of things: Commodities in cultural perspective. Cambridge University Press.
- Benítez, N. M., Cevallos, R. C., & Bedón, I. (2023). El ritual lúdico funerario en el pueblo kichwa Otavalo (provincia de Imbabura, Ecuador). Chungara, 55(2), 293-308.
- Fundación MLC. (2020). El duelo y los objetos de vinculación.
- Honrar la memoria: ocho formas de crear rituales significativos. (2020). The Learning Well. https://thelearningwell.org/es/honrar-la-memoria-ocho-formas-de-crear-rituales-significativos/
- Kichwa Otavalo ritual funerario: ver Benítez et al. (2023). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9799440
- Molina, I. (2020). Sigo Contigo: peluches con ropa de difuntos para superar el duelo. El País Bolivia. https://elpais.bo/curiosidades/20210802_peluches-confeccionados-con-ropa-de-personas-fallecidas-para-ayudar-en-el-proceso-de-duelo.html
- Ningyō Kuyo, el funeral de las muñecas en Japón | Japón Secreto. (s. f.). https://japon-secreto.com/ningyo-kuyo-o-funeral-de-las-munecas/
- Otto, T. (2013). Entre hacer y conocer. Seis textos sobre antropología del diseño y antropología visual. UOC.
- Ruiz Mingote, M. (2015). Diseño, emoción y memoria: prótesis y metáforas en el objeto cotidiano. Revista de Diseño, 12(3), 45-59.
- Winnicott, D. W. (1971). Playing and Reality. Tavistock Publications.
- Teje peluches con la ropa de los difuntos para superar el duelo. (2023). https://www.noticiasdealava.eus/que-mundo/2020/12/29/teje-peluches-ropa-difuntos-superar-1146151.html
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Hola Justo!!! Soy Carmen, encantada!!!
Tu historia sobre Brau me ha parecido super tierna. Me encanta cómo muestras que los objetos pueden transformarse a lo largo del tiempo y adquirir nuevos significados según nuestras experiencias vitales. La idea de que el peluche haya pasado de ser un simple juguete a un mediador emocional me parece muy tierna y conecta perfectamente con el concepto antropológico de “objeto transicional” de Winnicott, que mencionas.
También me resultó muy interesante cómo vinculas esta experiencia personal con ejemplos culturales como el Ningyō Kuyō en Japón o los proyectos latinoamericanos de memoria. Eso refuerza la idea de que los objetos no solo son materiales, sino contenedores de afecto, duelo y continuidad emocional.
Tu reflexión final sobre el diseño “más humano” me parece una síntesis preciosa: «a veces lo más valioso no es lo nuevo ni lo perfecto, sino lo que guarda historia y conexión». Gracias por compartir una historia tan íntima y universal a la vez! Me ha encantado
Un saludo,Carmen Moreira
Gracias Carmen por tu mensaje y por cómo has entendido lo que hay detrás de la historia de Brau.Me interesaba mostrar cómo los objetos pueden transformarse con el tiempo y volverse parte de nuestra vida emocional. El concepto de “objeto transicional” me ayudó mucho a darle sentido a eso.También me pareció interesante conectar con otras culturas, como el Ningyō Kuyō, donde ese vínculo con los objetos se vive de una forma tan simbólica.Gracias de nuevo por tu lectura y por tus palabras llenas de sensibilidad.
Un abrazo,Justo