Fase 1: Definir la comunidad

Comunidad elegida: Jugadores amateurs de pádel de nivel medio

He decidido centrar mi investigación en una comunidad de jugadores de pádel, concretamente en el grupo que juego regularmente en los clubes locales de mi zona (El Vendrell, Tarragona). Es una comunidad a la que tengo acceso directo porque yo mismo formo parte de ella: juego a pádel cada semana y participo en partidos organizados con gente de nivel similar pero diferentes edades y perfiles. Esto me facilita poder observar, participar y conversar de manera natural sin que mi presencia resulte extraña o forzada.

Motivos de elección

El pádel, más que un deporte, se ha convertido en una práctica social y cultural en auge. En los últimos años, ha pasado de ser una actividad deportiva a un espacio de encuentro, relación y estilo de vida. A través del pádel se crean vínculos, se expresan emociones y también se consume diseño: desde la pala y la ropa hasta los espacios deportivos.

Me interesa especialmente observar cómo el diseño interviene en esta comunidad:

• En la forma en que los jugadores eligen y personalizan su equipamiento (ropa, zapatillas, pala, mango de las palas cubiertos por grips).

• En cómo la estética y el marketing de las marcas influyen en la percepción del rendimiento.

• En cómo los espacios (pistas, vestuarios, zonas comunes) modelan las interacciones sociales.

El objetivo no es solo entender el uso funcional de los objetos (pala, zapatillas, ropa), sino qué significados culturales y emocionales se construyen en torno a ellos: la pertenencia, la competitividad, la identidad de grupo o la sensación de estatus que algunas marcas transmiten (por ejemplo, el contraste entre palas de Decathlon y modelos premium como Bullpadel o Nox).

Accesibilidad y ética

La comunidad es accesible: puedo asistir a partidos, torneos locales o grupos de WhatsApp donde los jugadores organizan encuentros. También puedo realizar entrevistas informales o observaciones de campo en el propio club o en sus redes sociales.

En cuanto a los aspectos éticos, tendré en cuenta:

• La privacidad y el consentimiento de los participantes antes de registrar conversaciones o tomar fotografías.

• El respeto a los espacios y rutinas de juego.

• Evitar juicios de valor sobre estilos de juego, nivel o equipamiento.

• Presentar la información de manera anónima y agregada.

Mi papel no será el de “evaluador” sino el de observador participante, intentando comprender desde dentro cómo esta comunidad vive el diseño como parte de su práctica deportiva y social.

Expectativas del trabajo de campo

Espero poder descubrir cómo los jugadores resignifican los objetos deportivos a través del uso cotidiano: cómo convierten una pala o una camiseta en algo más que un objeto funcional, o cómo los espacios diseñados para jugar se transforman en lugares de convivencia y expresión personal.

El reto está en mirar el pádel no solo como deporte, sino como práctica cultural, donde el diseño (de objetos, espacios, comunicación y experiencias) influye en la identidad y la interacción del grupo.